LOS CELOS NO TIENEN EDAD
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Independientemente de la edad, se pueden sentir celos. La base es la misma, lo que cambia es lo que producen y la razón de los mismos.
CELOS INFANTILES
En niños, los celos infantiles aparecen cuando llega un hermano menor (celos entre hermanos), o cuando los padres tratan a otros niños de igual o menos edad, de la misma manera que a sus hijos, y éstos están presentes. El sentimiento que aborda a los niños es de abandono, de soledad, se sienten en un segundo plano difícil de compensar de forma alguna, ya que las situaciones son inevitables, y a parte, tampoco sería bueno evitarlas. Por pequeños que sean, han de adaptarse al mundo, poco a poco.
CÓMO COMPENSAR LOS CELOS INFANTILES
Una forma de compensar ese sentimiento, y hacer que vaya disminuyendo con el tiempo, es tener un trato paralelo con los hermanos, o con niños ajenos a la familia. Hacer que ese sentimiento de abandono vaya desapareciendo, y empiece a aparecer el sentimiento de necesidad y utilidad, que los niños sientan que ayudan, que son importantes, y que vean que no se les quita nada por tener a otros niños en su entorno, sino que todo se comparte.
CUANDO FINALIZAN ESOS CELOS INFANTILES
Los celos infantiles normalmente se terminan superando u olvidando, ya que en algún momento las edades se igualan en cuanto a modo de interactuar entre ellos, con los iguales y los padres. De esa manera, se considera un capítulo habitual en los niños, que consiguen superar sin dificultad, aunque el sufrimiento interno no se puede evitar y sólo el niño sabe cómo lo está pasando.
CELOS ADULTOS
Por otro lado, los celos que acontecen en los adultos, se consideran patológicos, y muchas veces centrados, sobre todo, en temas de pareja (los celos en la pareja). En este caso depende de la personalidad de quien los sufre, ya que la base está en la interpretación negativa y celosa de las situaciones. En ocasiones, dicha actitud se deja pasar como parte de la relación, sin que llegue a preocupar a ninguno de los dos miembros de la pareja.
CASOS GRAVES DE CELOS ADULTOS
Otras veces, trasciende y comienzan los problemas graves y reales entre ellos. Hasta el punto en el que se llegan a transformar en celos enfermizos, o incluso maltrato, patologías derivadas muy graves e incluso, autodestrucción. Llegado este punto es importante consultar a nosotros los especialistas sobre la normalidad de las conductas que acontecen en este tipo de episodios celosos.
DICOTOMÍAS DE LOS CELOS
Ser celoso es un asunto enrevesado, ya que por un lado, la propia persona no sabe identificar lo que realmente le pasa y lo puede considerar como algo normal o rutinario, y por otro, puede que en ningún momento sea consciente ni se preocupe de ese sentimiento que le embarga de vez en cuando, y que de manera natural, llega a hacer tanto daño ajeno y propio, y considere que es una persona normal, estable y coherente, piense que no necesita ayuda, y perpetúe esa conducta destructiva y autodestructiva como una manera de ser y de vivir.
COMO SUPERAR LOS CELOS
Con todo esto observamos, que si conocemos el problema que nos acontece es más sencillo acatarlo. Por lo que lo primero que debemos hacer si viéramos un caso cercano a nuestro alrededor, es hacerle ser consciente de lo que siente y de lo que hace, y así, si existe de verdad dicha problemática celosa, la propia persona sepa reaccionar adecuadamente a lo que anteriormente ha podido provocar en su entorno.
En cualquier caso, en un primer momento de acercamiento a dicha persona, para que llegue a ver la necesidad de pedir ayuda, debemos adoptar un aire de tranquilidad, seguridad y visión a largo plazo, en lo que concierne a hablar de este tema tan delicado, ya que abordarlo desde la inseguridad y el desconocimiento, puede perjudicar gravemente a quien lo sufre, y a quien lo hace sufrir.
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