DIVORCIO EXPRESS
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DIVORCIO EXPRESS, MATRIMONIOS LIBRES
El divorcio express es un concepto relativamente nuevo que facilita la ruptura definitiva de una relación no fructífera, ya que simplemente con el consentimiento de ambas partes y a veces sin causa justificada, se puede ejecutar siempre que hayan pasado al menos 3 meses desde el matrimonio.
Esta modalidad de divorcio abrió las puertas en su momento a parejas que después de varios años juntos, la mayoría con pesadumbre y escasa relación conjunta, o incluso con la separación realizada, eran auténticos desconocidos entre ellos, y quizás llevaban mucho tiempo detrás de la decisión de un juez para ver qué pasaba con su divorcio y la custodia de sus hijos.
De esta manera, en cuestión de meses podían estar divorciados y con los papeles resueltos, dispuestos a emprender de verdad, sus vidas por separado. Este hecho invadía de libertad a ambas partes, pero por otro lado, la adaptación a esa nueva situación resultaba muy tediosa, y muchas veces se hacía necesaria ayuda externa para poder avanzar hacia el bienestar y la felicidad individual.
Esta ayuda que en su momento estaba respaldada por el malestar psicológico y la presión que durante mucho tiempo soportaba la pareja, hoy en día con el divorcio express, sigue existiendo, ya que quizás existe acuerdo en todo, pero el cambio de vida se sigue dando, y ésto implica una nueva mentalidad, y mucha fortaleza para superarlo.
PROCEDIMIENTO DEL DIVORCIO EXPRESS
REQUISITOS DEL DIVORCIO EXPRESS
Los requisitos para poder optar al divorcio express son bastante básicos, en primer lugar que exista acuerdo entre ambos miembros de la pareja que se va a disolver, ya que en caso contrario, sería un divorcio de tipo contencioso, y esta modalidad no admite la forma rápida de divorcio.
Ese acuerdo que debe existir es en todos lo sentidos, de forma que también influye en el régimen de visitas a los hijos en caso de tenerlos, en la guarda y custodia de los mismos, el uso del domicilio común familiar, y el reparto de los bienes gananciales, en caso de tener ese régimen económico.
Para que pueda llevarse a cabo deben haber pasado tres meses desde el matrimonio, ya sea religioso o civil, y como en otros asuntos, existen excepciones, pudiendo pedir antes de ese tiempo, en caso de riesgo para la vida y para la integridad física o liberal.
No hace falta separase previamente, ni alegar ningún motivo por el que se haya llegado al divorcio. Tampoco es necesario repartir los bienes en común, y la residencia familiar última ha de estar dentro del territorio español.
PASOS DEL DIVORCIO EXPRESS
Una vez confirmado que los requisitos se cumplen y el divorcio express puede llevarse a cabo, el siguiente paso a dar es firmar el llamado Convenio Regulados, donde figurarán los acuerdos a los que se haya llegado:
– la persona que se queda con los hijos, así como todo lo que tenga que ver con el régimen de visitas y custodia de los hijos.
– la persona que se queda con los bienes materiales, o bien el reparto que se haga de ellos.
– la cantidad que se decida fijar como pensión alimenticia hacia los hijos.
– la disolución de los bienes materiales comunes del matrimonio.
Todo esto perfectamente redactado y muy claro, es lo que conforma la demanda y posterior juicio, para que en cuestión de dos o tres meses quede todo resuelto y el matrimonio divorciado.
E-DIVORCIO
Otra modalidad que a día de hoy está en auge, son los e-divorcios, donde a través de Internet y de una forma rápida y cómoda, el divorcio express queda zanjado, y donde los abogados (si estás en Madrid te puede interesar abogados Madrid) tienen una misión informativa sobretodo.
En estos casos de e-divorcio express, ambas partes interesadas son conscientes de la claridad de su situación, y para ellos lo que realmente cuenta es el ahorro de tiempo y dinero que hacen, y del disfrute que les supone poder cambiar de vida totalmente.
SENTIMIENTOS TRAS UN DIVORCIO EXPRESS
Habrá matrimonios que realmente sientan alivio y libertad cuando el divorcio express queda firmado y todo el papeleo solucionado, porque realmente era lo que querían, o porque la presión y angustia que han podido sentir al lado de una persona que nunca les ha convencido, supone mucho más desgaste emocional, que continuar sin tomar ninguna decisión al respecto.
También puede suceder que a sabiendas de estar tomando la mejor opción a sentirse bien, se sientan mal por lo que dejan, por lo que han vivido juntos o por la propia pesadumbre de tener que educar a los hijos por separado, y existen otros casos en los que el sentimiento de tristeza, angustia y malestar es continuo, y durante mucho tiempo después de estar separados, hablar de temas de pareja puede suponer un gran esfuerzo para esa persona, que lejos de haberse adaptado a la nueva situación, le cuesta volver a emprender una relación de pareja sana y libre.
En cualquier caso, el hecho de divorciarse y dar rienda suelta a la libertad, es un cambio muy importante en todos los niveles de la persona, que hay que saber dirigir y orientar hacia el optimismo y la felicidad, para poder llegar a pensar que a pesar de que los cambios hacen evolucionar a las personas, hay que saber cerrar la puerta correctamente, para poder abrir una ventana de la forma más adaptativa y sana posible.
Muchos de los problemas de las parejas que después de un divorcio siguen sintiéndose mal, es que el pasado les obstaculiza el futuro, y se olvidan de que viven en el presente, por lo que apenas disfrutan del día a día, y basan su rutina en preocupaciones, problemas sin solucionar y sentimientos negativos de derrota y soledad.
Desde un punto de vista práctico, si una persona después de divorciarse comienza a tener sentimientos de tipo negativo y todas las consecuencias que eso puede conllevar, lo mejor es que reciba ayuda psicológica, con el objetivo de desanclar esa mente en aquello que nunca le hará avanzar, y enseñarle un nuevo modo de vivir, aceptando la realidad y haciéndose cargo de sus responsabilidades con mejor de las actitudes como fortalezas.
HIJOS Y CUSTODIA EN UN DIVORCIO EXPRESS
Cuando se tramita un divorcio express donde el matrimonio no ha tenido hijos, es una situación difícil por el hecho de los intereses de cada uno por divorciarse, pero al fin y al cabo, es una decisión que no afecta a nadie más. Aquí las personas pueden elegir no verse nunca más y no pasará nada, o verse como amigos, y tampoco pasar nada.
En cambio, cuando hay hijos fruto de su pasado matrimonio, la situación se complica hasta límites insospechados. Aunque la actitud de la pareja sea de diálogo y acuerdo, los hijos no van a entender como sus padres aun llevándose bien, no están juntos.
Esta será una pregunta que sobretodo, en edades más conscientes de la realidad, se harán constantemente, y de una u otra forma, atosigarán a sus padres para que vuelvan, porque lo que los hijos quieren y con lo que se sienten seguros es con sus padres conviviendo en la misma casa, y donde la inestabilidad emocional no tenga lugar.
Otro caso que puede darse es el contrario, que los padres hayan terminado la relación de malas maneras, y los hijos sufran no sólo la separación de sus padres, sino también la relación incómoda entre ellos, o la relación inexistente, con las secuelas psicológicas que todas esas actitudes pueden acarrear a los niños.
Los niños de padres divorciados perciben la realidad algo distorsionada, independientemente de la edad, son sufridores directos de cómo se llevan sus padres, y en muchas ocasiones pueden llegar a pensar que son ellos los culpables de que ya no estén juntos, o incluso, pueden terminar adoptando patrones de rechazo al sexo contrario o al matrimonio, como parte del aprendizaje de lo que fundamenta una pareja adulta.
En todos estos casos, y aunque los hijos perciban hasta el último detalle de no relación entre sus padres, tanto el padre como la madre han de adoptar una actitud de cercanía, cariño y seguridad hacia sus hijos, que de alguna manera supla eso mismo de manera conjunta, que es lo que nunca más van a tener.
Si esto se hace realidad, será todo un logro de los padres y de los hijos de manera conjunta, ya que se evitará caer en la sobreprotección, al mismo tiempo que se concluirán grandes avances en cuanto a evolución personal y relacional. En el caso contrario en el que por considerar a los niños los débiles de la situación, se les protege demasiado, se corre el riesgo de que nunca se llegue a forjar una personalidad segura, estable y basada en el cariño diario de los padres a los hijos.
DIVORCIO EXPRESS: CONCLUSIONES
El divorcio express se puede considerar la manera más rápida de deshacer un matrimonio, siempre que se cumplan todos los requisitos y pasos necesarios para llevarlo a cabo. Una vez realizado este trámite, el siguiente paso y más importante a nivel psicológico es la aceptación de la nueva vida y sus consecuencias.
Habrá personas que lo admitan a la primera porque era algo que anhelaban, y de esa forma les permita emprender nuevos proyectos de vida, y otras que a pesar de querer estar separados de la persona con la que se unieron en matrimonio en su momento, el hecho de estar solos supone un nuevo problema a afrontar.
La terapia individual puede ser de gran ayuda en estos casos, y puede atajar convenientemente sentimientos de menosprecio y tristeza dirigidos hacia sí mismos, que lo único que consigan si siguen avanzando, es una forma de vida basada en el pasado y la melancolía, sin indicios de mejora en ningún caso.
El tema de los hijos después de un divorcio debe ser un asunto a tratar con total garantía de éxito, es decir, los experimentos que una persona divorciada puede hacer con su vida, para ver qué camino le apetece más seguir al cambiar de situación, le implicará de manera diferente que si tiene hijos a su cargo, donde la única vía para solventar todos los problemas, es apostar por la educación y el cariño a sus hijos, y animar a la pareja a que haga lo mismo.
De esta forma, los niños aunque perciban la realidad de la misma manera que la percibe un adulto, y más siendo sus padres los que se encuentran en esa complicada situación, deben crecer evolucionando dentro de su inocencia, aprendiendo aquello que se supone es lo correcto, por lo que los padres deben volcarse con sus hijos, enseñándole valores y emociones acordes a la normalidad.
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