LA ADOLESCENCIA, UNA REVOLUCIÓN VITAL
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¿QUÉ ES LA ADOLESCENCIA?
De todos es muy conocida la etapa de la adolescencia, y en cualquier caso se ve como la etapa más complicada de afrontar y asimilar. Esta etapa se caracteriza por multitud de cambios físicos, actitudinales, emocionales y sociales. Desde los 10 años a los 16, se considera el periodo de adolescencia temprana, y de los 17 a los 20 años, la adolescencia tardía.
La primera etapa se describe mejor a través de los cambios físicos y hormonales que se producen tanto en niños como en niñas, aparición de vello corporal, menarquia en las chicas, cambio de voz en los chicos,… Y en la segunda etapa, aunque no de manera exclusiva, suele caracterizarse por cambios psicológicos y sociales, crisis de identidad, afianzamiento en el grupo de amigos,…
¿LIMITES EXTERNOS, INTERNO O AMBOS EN LA ADOLESCENCIA?
En muchos casos, se puede pensar que el propio adolescente es un mero espectador de los cambios que sufre, y de los límites que le rodean, pero lejos de ser así, la inquietud que aflora en esos momentos de afluencia de emociones encontradas y sensaciones extrañas, es la chispa que dispara los mecanismos de defensa de todos los adolescentes.
Esto quiere decir que los límites que el adolescente percibe a su alrededor son autolímites, ya que son ellos mismos quienes para afrontar mejor esta etapa, se introducen en casilleros durante esa época que les ayuda a seguir sintiéndose personas, a pesar de la cantidad de cambios y metamorfosis que están experimentando.
Cuando se encuentran cristalizando de pleno la etapa de la adolescencia, parece que en ocasiones, superan sus propios autolímites, con el único objetivo de hacerse ver ante los adultos que los controlan, o para llamar la atención frente a sus iguales por gustarles o agradarles. Estas salidas espontáneas a la realidad, sirven para regular sus propios límites, para comprobar hasta donde han avanzado en ese arduo camino de la adolescencia, tan complicado y necesario para poder llegar a ser un adulto.
EL MEJOR AFRONTAMIENTO DE LA ADOLESCENCIA, EL ACOMPAÑAMIENTO DE LOS PADRES
Lo curioso de estos cambios, es que ninguna mente está preparada para asimilar esa transformación y continuo cambio como parte fundamental del desarrollo de una persona, por eso es tan importante que nunca se sientan solos en esa senda de la vida.
Aunque bastante tienen los adolescentes con ellos mismos y sus entresijos emocionales, los adultos deben estar en actitud de continuo apoyo y comprensión, aunque sin nociva intención, el papel real de los adultos es un papel inquisitorial, imponiendo límites y presiones externas.
Por supuesto, que son totalmente necesarias esas medidas, pero quizás con más emoción y sentimiento en el momento de aplicarlas. Siendo más conscientes de que todos antes o después serán adultos motivados por la vida, aunque ahora parezca que lo único que les importa sea su grupo de amigos y gustar a todos.
Será interesante y motivador preocuparse por el momento que pasan los adolescentes, según sus circunstancias personales. El hecho de que ellos perciban cómo se les ve desde fuera, y cómo se les apoya, puede ayudarles a salir con más holgura del estrecho túnel de la adolescencia, desde que comienza a los 10 años, hasta que se da el pequeño salto de adolescente de 20 años a joven, y después a los 24 años, a adulto.
Todo esto a pesar de que muchos de los adolescentes, como sujetos vulnerables de la negatividad y la presión emocional, valoran cualquier gesto externo hacia ellos como un ataque directo en contra de su personalidad, lo cual en un principio es inevitable, pero ahí está la función de los padres para saber hasta donde llegar con sus hijos imponiendo límites, y la manera de hacerlo.
De buenas maneras, con un trato cercano, y teniendo en cuenta sus circunstancias, siendo empáticos, los padres tendrán más posibilidades de acercarse a sus hijos y llevarlos con mucha cautela allí donde se encuentren más seguros, sin que los hijos sientan que les manipulan. Lo cual hará que se cree una atmósfera casi ideal para llevar la adolescencia conjuntamente, y sin demasiados altibajos desestabilizadores en el desarrollo madurativo de estos proyectos de adultos.
CONCLUSIÓN SOBRE ADOLESCENCIA
En resumen, la importancia de los autolímites y los límites externos estriba en el hecho de que ellos, como proyectos de personas adultas, no pierdan el norte de su motivo de existencia, y que como personas aún inmaduras, vean que la guía que los padres pueden establecer con ellos, no es más que eso, una guía, y que nunca se pretende imponer ningún criterio que influya negativamente en su desarrollo.
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