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EL SINDROME DEL PRINCIPE DESTRONADO
EL SINDROME DEL PRINCIPE DESTRONADO: DEFINICION Y CONCEPTO
El síndrome del príncipe destronado se trata de un caso concreto de celos entre hermanos, los cuales acontecen con el nacimiento de un hermano menor. Los hermanos mayores sienten que sus padres les retiran la atencion y el cariño incondicional que antes recibían, y los niños comienzan a adoptar conductas desadaptadas para su edad, de la misma manera que se inician cambios significativos en su forma de interactuar y sentir, los cuales se pueden volver más serios, retraídos y algo envidiosos.
El sufrimiento que recorre el interior de los hermanos mayores es incalculable, y el ser inconscientes de ese dolor, se hace más complicado ubicarlo y dominarlo por su parte. Los niños no saben qué les pasa, ellos adoptan una postura de supervivencia frente al bebé que acaba de llegar, la cual les hace actuar de manera retraída, agresiva o pasiva, según la personalidad de cada niño.
Ese inmenso sufrimiento se refleja en el retroceso que experimentan los niños en sus rutinas habituales, todo lo que hasta el momento habían conseguido, ahora da un paso atrás, y podemos encontrar ejemplos de niños de tres años que piden chupete y biberón, que quieren dormir en una cuna, o que descontrolan esfínteres cuando ya esa etapa estaba totalmente superada. Aparte, en el área emocional, se sienten tan abandonados por sus padres que constantemente quieren llamar su atención, una forma es con el retroceso anterior, y también, empezando a ser niños diferentes, menos alegres, más agresivos, con más rabietas sin motivo, más desobedientes o incluso, alejándose de sus padres y su nuevo hermano de múltiples maneras.
EL SINDROME DEL PRINCIPE DESTRONADO: CÓMO ANTICIPARSE A ÉL
Este síndrome se puede considerar normal, siempre que los cambios experimentados en los hermanos mayores no pongan en peligro su vida ni la del bebé, si esto ocurriera, sería apropiado consultar con los especialistas, ya que los padres no van a poder controlar todas las facetas en las que se desglosarían este tipo de agresiones.
Hasta cierto punto los padres y el entorno se pueden anticipar a que ya que se va a considerar algo normal e inevitable, produzca el menor sufrimiento posible. De esta forma, durante el embarazo, es importante que el hermano mayor tome contacto con su futuro hermano, a través del vínculo que establezca con su madre, el cual debe ser seguro y firme. Esto hará que cuando el pequeño nazca, el hermano mayor lo sienta como suyo y quiera cuidarlo y protegerlo, hacer partícipe al mayor en los cuidados del pequeño es algo que ayudará bastante a sobrellevar los celos.
Disfrutar en familia de un día diferente también es fundamental para establecer lazos emocionales fuertes y multidireccionales, donde el hermano mayor perciba que todos son importantes, aunque distintos, y que siempre, haga lo que haga, le van a querer, y va a poder aprender cosas nuevas. El amor que el mayor sienta por el pequeño dependerá del trato que reciba de sus padres en presencia del pequeño, esto es, aunque el pequeño en ciertos momentos necesite mayor atención por su falta de autonomía, tomar este factor como reforzador para el mayor, es decir, mientras que el pequeño necesita ayuda, él lo hace sólo y lo hace muy bien.
Los cambios de entorno sumados al nacimiento del hermano, se deben evitar, ya que favorecerían la falta de atención hacia el mayor, ya que perderá la base segura y estable que ha tenido hasta el momento, y las consecuencias serán mas difíciles de abordar.
EL SINDROME DEL PRINCIPE DESTRONADO: CÓMO ENFRENTARSE Y SUPERARLO
La actitud de los padres frente a un síndrome del príncipe destronado que se acaba de iniciar y percibir por su parte, debe ser una actitud de apoyo y entrega hacia el hermano mayor, sin olvidar que demasiada atención, podría ocasionar en algunos casos, el mismo síndrome en sentido contrario, es decir, del menor al mayor.
Superar los celos: La única forma de superar estos celos infantiles, es con el paso del tiempo, y la actitud adecuada en todo momento. Los padres no se deben dejar llevar por las prisas ni el cansancio, mucho menos en estos momentos. Deben estar siempre alerta con el hermano mayor, sin perder de vista al pequeño. Poco a poco, los mayores entenderán porqué los bebés tienen que estar con los padres, y si se ha tomado con la normalidad correspondiente, los mayores ayudarán a los padres a cuidar al pequeño.
Esta es una manera de hacer madurar, a veces, prematuramente, a los hermanos mayores, pero es cierto, que cuanto antes superen esta fase, y quieran formar parte de las dimensiones de la nueva familia, antes volverán su estado normal de alegría y bienestar.
El contacto entre ambos hermanos será muy beneficioso para la superación de estos momentos, y deben fomentarse, con muestras de cariño entre ellos, y dando el mismo valor a uno que a otro, donde impere el respeto y la cercanía. Una de los aspectos fundamentales en esta fase de los celos, es que los padres tengan claro que lo que han de compartir con sus hijos es tiempo y atención.
EL SINDROME DEL PRINCIPE DESTRONADO: CONCLUSIONES
Los padres siempre estarán pendientes de sus hijos, inevitable y necesariamente, pero en ciertos momentos, esta atención debe estar más focalizada a los posibles sentimientos negativos y conductas no apropiadas que los mayores experimentan en secreto, cuando tienen un hermano, y se intentará evitar reforzar esas conductas.
Sin que llegue a obsesionar, los padres intentarán evitar esas situaciones, y si no se logra, y se inicia el proceso celoso, los padres adoptarán un papel muy activo, y se preocuparán de guiar al hijo mayor por el camino de la responsabilidad y la autonomía, sin comparar con los hermanos, ni castigar si algo sale mal.
Si los padres actúan coherentemente y con una actitud conciliadora, los hijos, percibirán un ejemplo a seguir con resultados satisfactorios y reparadores de los celos infantiles.
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